05 octubre 2010

NAIROBI - LAGO NAKURU (Kenia)
DÍA 02,  25  DE JULIO DE  2010.

La jornada empieza con el madrugón a las cinco de la mañana, medios dormidos montamos en lo que será nuestro hogar durante los próximos trece días, el camión Glaucia, salimos de Nairobi con dirección a Nakuru por Naivasha. Cuando amanece paramos a desayunar junto a unas tiendas de regalos.

                  Javier el guía, prepara  el primer desayuno en África.

Durante el trayecto el guía aprovecha para que todos pasemos por caja para hacer los pagos de las entradas a los parques y otros gastos comunes. 
Hicimos parada en la ciudad de Naivasha para cargar viveres y cerveza.

                                   Uno de los muchos mercadillos en  Naivasha.

Llegamos al Lago Nakuru, donde vemos nuestros primeras cebras y babuinos. 

                                        Babuino adulto junto a  dos crías.

A continuación llegamos al lago teñido de rosa por los miles de flamencos que están en el borde del lago.
Seguimos el trayecto y podemos ver inpalas, búfalos, rinocerontes,  antílope de agua, ibis, gacelas de grant y gacela de thompson.

                       Rinocerontes y antílopes con el lago al fondo.

La comida la hicimos tipo pici-nic  en una esplanada acondicionada para ello cerca del borde del lago.

                      Junto a Regina recuperando fuerzas en Nakuru.

Seguimos el trayecto, ascendiendo para tener una vista general del lago y seguimos viendo animales,  damán de roca, hienas, chacal con la presa en la boca, facoceros y otras aves además de los flamencos, estornino soberbio, ganso egipcio, etc.

                           Cría de hiena junto a su madriguera.

Debido a la comida o  a los nervios de tanto espectáculo, una de las compañeras del grupo (Pilar), tiene necesidad de bajar de el camión, el guía no es partidario de ello por el peligro que conlleva para no queda más remedio que parar.  De nuevo en el camión este arranca y a quince metros nos encontramos con la sorpresa y el susto de que justo por donde tiene que pasar se encuentra una leona en el árbol.  El silencio se hizo en el camión y hasta el guía puso cara de circunstancias.

                       Una leona en el árbol nos mira a diez metros.

Seguimos nuestro camino y aparece una lluvia bastante torrencial que por suerte cesó cuando llegamos al lugar donde había que montar las tiendas. Durante el montaje de las tiendas alguno grito "leones", dos leones nos observaban en lo alto de la colina a unos 300 metros. 
El día había sido de los de recordar durante mucho tiempo, plagado de emociones.
Mientras esperábamos para la cena, dimos un paseo hasta una cascada donde hicimos las primeras fotos de grupo.

                         Regina, Andrés, Javi, Elena, Marta e Inés.

Después de la cena hicimos un pequeño fuego de campamento, donde nos presentamos todos formalmente y explicamos el porque habíamos elegido este viaje.

                       Saidi prepara la cena, y yo poso para la foto.

A las nueve todos a dormir a las tiendas, sin importarnos que los leones estuvieran a trescientos metros y los búfalos nos observaban a escasos cincuenta metros.

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